miércoles, 11 de diciembre de 2013

¿PORQUE LOS HOMBRES SON TAN LENTOS Y LAS MUJERES TAN DESESPERADAS?

Es común escuchar a las mujeres decir de su pareja:

·         *Mi hombre es un desidioso, todo lo deja para después y luego se le olvida y no lo hace.
·        * A mi marido hay que estarlo acarreando para que haga las cosas.
·       *  A mi esposo, cuando llega a la casa, sólo le interesa sentarse en su sillón a ver la televisión y no lo hago que me ayude; siempre me dice: “¿cuál es la prisa? Mañana lo hago”. Pero ni mañana ni nunca lo hace.
·       *  Mi marido es un profesionista muy inteligente de mucho éxito, pero ¿por qué en la casa es un inútil?(Jesus Amaya Guerra, 2005)

Por su parte, es común escuchar a los hombres quejarse de su pareja:
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            * ¿Por qué quiere mi mujer que todo sea para ahorita y no puede esperarse para más tarde o mañana?
·         *Mi mujer es peor que mi jefe; en cuanto llego a la casa me da toda la lista de pendientes que tengo que hacer inmediatamente.
·        * ¿Por qué se enojan si dejamos las cosas para después? Son exageradas.
·         *Prefiero quedarme más tarde en el trabajo o decirle que tengo que ir a la oficina el sábado, porque no aguanto sus hormonas y además, me quiere traer de mandadero.

*La neurociencia determina que el cerebro de la mujer es mucho más activo e intenso que el del hombre. (Jesus Amaya Guerra, 2005)


¿POR QUÉ LOS HOMBRES SON DESIDIOSOS Y LAS MUJERES OBSESIVAS?

            Una parte muy importante del sistema límbico es el ganglio basal. Su funcionamiento más importante es relacionar el pensamiento con la acción, o la cognición con el movimiento. En otras palabras, relaciona el pensamiento con el hacer. En general, este ganglio basal, es más activo en las mujeres que en los hombres. Por ejemplo, cuando un hombre le dice a su mujer: “Vieja, estoy cansado, me voy a dormir”. ¿Cuánto tiempo pasa entre que lo dice y empieza a roncar? Según la mayoría de las mujeres, después de unos segundos el viejo ya duerme profundamente. Los hombres lo justificamos diciendo: “Es que nosotros tenemos la conciencia tranquila”. Por su parte, ¿Cuánto tarda una mujer en conciliar el sueño después que le dice a su marido que se va a dormir? La mayoría de los hombres coincide que tarda no minutos, sino hasta horas. Esto se debe que su ganglio basal trabaja más intensamente que el del hombre. (Jesus Amaya Guerra, 2005)


Por lo general la mujer. Tarda más tiempo en dormirse, ya que su cerebro no suspende sus actividades cognitivas ni siquiera al final del día. En el momento de acostarse para dormir, su cerebro sigue trabajando: revisa las actividades hechas durante el día y las que tiene pendientes. Si a la hora de dormir recuerda que dejó la ropa en la secadora, inmediatamente se levanta, se dirige al área de lavado, separa la ropa, la dobla y la guarda, y es probable que incluso realice otros quehaceres pendientes, aprovechando que se levantó. Después de dos horas nuevamente decide irse a dormir, pero recuerda que no ha hecho el lonche de sus hijos para la escuela y nuevamente se levanta y lo prepara. La mujer no podrá dormir hasta que su cerebro esté seguro de que no hay pendiente o incompleto por hacer. En cambio, si el hombre al acostarse se acuerda de que dejó la ropa en la secadora y no hizo el lonche de sus hijos para la escuela, no se mortifica y piensa: “Mañana lo hago.” Su ganglio basal no le exige convertir en acciones sus pensamientos, como ocurre en la mujer, y con frecuencia esto es causa de fuertes conflictos entre la pareja. La mujer espera que el cerebro masculino responda en forma energética e inmediata a sus obligaciones domésticas, como reparar algunos desperfectos de la casa o lavar los automóviles, especialmente los fines de semana, pero el hombre en realidad está esperando encontrar un espacio tranquilo en el hogar para recuperarse del estrés acumulado en su trabajo.(Jesus Amaya Guerra, 2005)




 El doctor Deater-Deckard (1999) afirma que los niños requieren de mayor disciplina para que logren el pleno desarrollo de sus habilidades cognitivo-sociales, y en cambio, las niñas sólo necesitan una palabra de persuasión o de sugerencia para que su cerebro sea capaz de convertir sus pensamientos en acciones.
            El doctor Deater-Deckard (1999) manifiesta que niños varones requieren de vez en cuando de una voz más firme para que su cerebro se active y reaccione a los requerimientos y responsabilidades de su medio. En las niñas, en cambio, este tipo de disciplina rígida puede provocar efectos negativos en su desarrollo emocional. El cerebro de la niña reacciona más positivamente en un ambiente cálido y de confianza. La niña no requiere de amenazas o de coacciones para que se porte bien o cumpla con sus obligaciones. El sentimiento influye tan fuerte en el cerebro femenino que por lo común evitará defraudar o lastimar a sus seres queridos y por ello sea suficiente sólo con una llamada de atención de forma amable.


          
 El cerebro del hombre, para estar activo y sano, requiere ser reconocido y necesitado. Por ello, la mujer debería buscar actividades propias y únicas que su pareja pueda realizar con éxito y le permitan ser reconocido: “Tú eres el único que entiendes matemáticas y puedes ayudar a tu hijo con la tarea,” o “Tú eres el único al que le sale rica la salsa picante; ¿la puedes preparar para la cena?” o “Tú eres el único que sabe asar bien la carne”. En todos estos comentarios, la mujer reconoce las competencias de su marido y lo hace sentir necesario; que nadie podrá hacerlo como él. El hombre, si no es requerido y respetado en el hogar, buscará en su trabajo refugio. Trabajará horas extra y buscará excusas para trabajar los fines de semana. (Jesus Amaya Guerra, 2005)


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